Al
inicio del actual movimiento estudiantil, el entonces ministro de educación
Joaquín Lavín, dijo que a los estudiantes se les “pasó la mano”, así respondía
a las exigencias de Asamblea Constituyente y Nueva Constitución Política y de
renacionalización del cobre de los voceros estudiantiles secundarios y
universitarios. Es claro que por un lado, el movimiento estudiantil se asume
desde reivindicaciones sociales y políticas globales, de carácter nacional y
que el gobierno empresarial y reaccionario de Piñera, sólo quiere verlas y que
se asuman en lo “particular” (lo cual no existe en sí mismo), desde el mundo de
la educación. El movimiento estudiantil se dice que es “transversal” y es
cierto, hoy es asumido por las amplias masas populares, en las marchas,
cacerolazos, en todas las expresiones de protesta y lucha, junto a los
estudiantes, están los trabajadores, pobladores, intelectuales, etc.. La
reivindicación estudiantil es asumida como una demanda Democrática Popular
Nacional de las amplias mayorías, de allí que rápidamente las exigencias de
Asamblea Constituyente y Nueva Constitución Política y de renacionalización del
cobre, sostenida hasta hace poco, por los sectores mas consecuentes de la
“izquierda” y dentro de ellos, con especial fuerza por nuestro Partido
Comunista Chileno (Acción Proletaria) PC(AP), se transformó en el centro de las
movilizaciones, en las consignas más voceadas y levantadas en lienzos y
carteles.
De cualquier manera ha quedado claro, que la demanda
es global y no puntual, es de las amplias mayorías y no sólo del estudiantado,
es contra el neoliberalismo y su sostén, la constitución fascista del 80, contra
el gobierno de Piñera quien es apenas su administrador de turno, tal como lo
fueron los gobiernos de la concertación. Esto es fundamental y marca la
diferencia y la ruptura de la esencia democrática popular y revolucionaria del
movimiento en curso, con la línea conciliadora y oportunista de la concertación
y de la dirección anticomunista del P”C”, que sólo aspiran a golpear a Piñera y
no al sistema en su conjunto.
Hoy peligrosamente el lenguaje de los voceros mas
“reconocidos” del movimiento estudiantil, está dando un giro y se va centrando
exclusivamente en las “demandas educacionales”, las que son y sin duda deben
estar muy en alto, pero que no son lo único y más aun, no tienen salida “en
solitario”. En Chile NO hay solución a ninguna demanda sectorial del mundo
popular, en tanto tengamos la camisa de fuerza de la constitución fascista del
80. Estamos en un momento muy particular, en el que LA LUCHA entre quienes
sostenemos (y la realidad lo demuestra) que el movimiento de protesta y de
reivindicación popular NO está agotado, que tiene grandes reservas y
posibilidades de imponer una salida Democrática Popular, de soberanía popular y
nacional, de superación del neoliberalismo, de abrir caminos a los derechos
obreros y populares, separándolo de quienes sólo buscan desplazar a un gobierno
patronal y neoliberal como el de Piñera, para instalar más de lo mismo, para
volver al falso “progresismo” de la concertación y sus apéndices.
La alianza y Piñera aunque son gobierno, la cara
administrativa actual del neoliberalismo y porque, cada vez producen más
rechazo e indignación obrera y popular, NO son la tendencia principal en el
país. La tendencia principal es por EL CAMBIO, por terminar con las abismantes
diferencias sociales, con el imperio sin contrapeso del LUCRO en todo, incluida
la educación, salud, vivienda, pensiones, etc.. En el seno de la tendencia
principal, está planteado el debate y la lucha ideológica y política. O
SUPERAMOS al neoliberalismo, instalamos una Asamblea Constituyente e imponemos
una Constitución Política Democrática Popular o por el contrario, los
oportunistas y neoliberales de la concertación y sus apéndices menores con
disfraz de izquierda, llevan por arrastre al conjunto del movimiento popular a
dar la “vuelta del perro”, a que nada cambie, a gestionar el neoliberalismo
incluida la represión a los trabajadores y masas populares, con lenguaje falso
y “ciudadano”.
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